No, no me gustan los «jerseys» de Pilar Rubio de los que se habla en una publicidad que vi recientemente. Y no porque me parezcan feos ni porque crea que le quedan mal a esta estupenda (‘admirable, asombrosa, pasmosa’, según la definición de la Real Academia Española) modelo española. En realidad, creo que son fantásticos y que el cuerpo de la simpática actriz realza la belleza de las prendas. Lo que no me gusta es que en ese texto hayan escrito jerseys, porque lo correcto es jerséis. ¿Por qué? Ahora lo veremos. Sigue leyendo
El deber me llama, supongo
Hace un tiempo hablaba aquí de la importancia de las preposiciones, unas palabritas que parecen insignificantes, pero que en realidad son esenciales para que nuestro idioma funcione como un reloj de precisión. Hay un caso concreto en el que la ausencia o la presencia de una de ellas puede cambiar notablemente el sentido de una oración. Estoy hablando de la preposición de, que, añadida al verbo deber, modifica su significado. La ligereza de los hispanohablantes –algunos de ellos escritores de renombre– a la hora de ponerla y quitarla ha motivado que este asunto aparezca en todo diccionario de dudas que se precie. Sigue leyendo
Miscelánea galáctica
Siempre me han fascinado las personas que inventan palabras a tutiplén y las emplean con naturalidad y, por lo general, para arrancar una carcajada a quienes las escuchan. Eso me ocurre con los locos manchegos del programa español Muchachada nui (un nido de extraordinarios cómicos que –muerto ya ese espacio televisivo– se han desparramado por los diferentes canales de nuestro país) y con el genial humorista Forges, quien hace años escribía esto en una viñeta: «Tiene escaporniado el firdulasto de la percutoria». Tal sarta de disparates la decía un supuesto mecánico que reparaba el cañón de un militar, y este le respondía: «Vaya, y yo que tenía desembarco esta tarde». Cuando yo era un pibe de 14 años, Forges también me enseñó una palabra que ya existía, aunque yo pensé al leerla que era de su cosecha: miscelánea. Sigue leyendo
Fotazas y fotones
La semana pasada compartí en Facebook una imagen en la que aparecen Albert Einstein y el extraordinario físico canario Blas Cabrera –un gran desconocido no solo en las islas que lo vieron nacer, sino en toda España– paseando por Madrid hace casi un siglo. Poco después una amiga escribió el siguiente comentario: «¡Fotaza!», y la duda me atormentó de inmediato. Afortunadamente, no soy el único al que le llama la atención esta forma de hinchar la palabra foto. Sigue leyendo
Tengo un currículum problemático
Dicen que hace una eternidad todos los caminos conducían a Roma, pero lo que no nos contaron es que el trayecto inverso a veces era tortuoso y con escalas. Por ejemplo, hay palabras que viajaron de Roma a Madrid (y a Canarias y a toda América) pasando por Londres o Nueva York. Eso es lo que parece que hizo la locución currículum vítae, que, aunque proviene del latín, es un anglicismo que empezó a ponerse de moda en nuestro idioma durante el siglo pasado. Cuántos problemas da este latinajo y cuántos su plural… Como en tantos otros asuntos complicados, los guardianes de la lengua no terminan de ponerse de acuerdo sobre la manera de escribirlo. Sigue leyendo
Te quiere, porque te dibujó un corazón
No crean ustedes que vamos a hablar del día de los Enamorados.1 No. Vamos a hablar de una coma que causa muchos problemas y que no tiene nada que ver con Cupido ni con san Valentín. Lo del título ha sido simplemente para llamar su atención en un día tan meloso como el de hoy, pero aprovechemos esa oración para explicar por qué a veces hay que escribir una coma antes de porque y en otras ocasiones no. Sigue leyendo
Bárcenas es un caso
El lamentable espectáculo que están ofreciendo los políticos españoles, especialmente los del Partido Popular, en estos días de sobres y corrupción ha logrado algo bastante complicado: poner de acuerdo a la inmensa mayoría de los ciudadanos del país, que parecen coincidir en que no nos merecemos ser gobernados por individuos de esa calaña. Esta unanimidad contrasta con la disparidad de criterios de los periódicos a la hora de referirse al motivo de tal espectáculo: el caso Bárcenas. Unos optan por escribirlo en redonda, otros entre comillas simples, otros en cursiva… He visto incluso alguno que ha puesto una mayúscula inicial en la palabra caso. Un poco de orden, por favor. Sigue leyendo
‘Cualquiera’ no es una palabra cualquiera
Hay palabras que resultan tremendamente simples y que no tienen ningún misterio: mesa es un sustantivo femenino, significa lo que todos sabemos que significa (aunque en realidad tiene muchas acepciones) y su plural se forma añadiendo una -s. Otras, por el contrario, me parecen fascinantes por la cantidad de secretos que esconden. Una de ellas es cualquiera. ¿Ustedes podrían definirla sin tener que recurrir a un diccionario? Tarea difícil… A esto se suman otras singularidades: se trata de un adjetivo –y pronombre– que ha dado lugar a un sustantivo, su plural es curiosísimo, puede disminuir de tamaño gracias a la magia de la apócope y a veces, sin darnos cuenta, la empleamos mal por influencia del inglés. ¿Les parece poco encanto? Sigue leyendo
¿Cuántas palabras tiene una carcajada?
La comunicación escrita a través de Internet y de los teléfonos móviles es un gran invento, pero la lengua española (y supongo que también otras) se ha visto sorprendida y apaleada por su culpa con el nacimiento de una suerte de nuevo código que, si bien podría estar algo justificado en el caso de los SMS y de Twitter –que imponen un número máximo de caracteres en cada mensaje–, no lo está en absoluto en los chats y otros sistemas de diálogo escrito, como Facebook y Skype, donde podemos copiar la Biblia entera si queremos. Afortunadamente, no todo el mundo ha sucumbido a la moda de abreviar por abreviar, y somos muchos los que preferimos escribir cosas como jajajá antes que emplear un emoticono con cara de risa. Pensándolo bien, ¿debería haber escrito jajajá o ja, ja, ja? Ahora lo veremos. Sigue leyendo
Un número redondo para una palabra redonda
Después de mucho atosigar al personal con enlaces, fotos y campañitas, la página que el blog Lavadora de textos tiene en Facebook llegó esta tarde, por fin, a los 2000 seguidores.1 Lo primero que tengo que hacer es agradecer las nuevas incorporaciones y la ayuda de todos los atosigados. Dicho esto, voy a responder hoy a una pregunta que me han hecho alguna que otra vez: ¿por qué la palabra Facebook no se escribe en cursiva si se trata de una voz de otro idioma? Aprovechemos que hemos llegado a un número redondo para hablar de una palabra que se escribe en redonda. Sigue leyendo




