No, no me gustan los «jerseys» de Pilar Rubio de los que se habla en una publicidad que vi recientemente. Y no porque me parezcan feos ni porque crea que le quedan mal a esta estupenda (‘admirable, asombrosa, pasmosa’, según la definición de la Real Academia Española) modelo española. En realidad, creo que son fantásticos y que el cuerpo de la simpática actriz realza la belleza de las prendas. Lo que no me gusta es que en ese texto hayan escrito jerseys, porque lo correcto es jerséis. ¿Por qué? Ahora lo veremos.
La letra i griega (y) es una de las más curiosas de nuestro abecedario, y no solo por el injustificado follón que se montó hace unos tres años a cuenta de cuál es su nombre oficial (después hablaremos de eso), sino porque es una de las dos únicas consonantes que también pueden representar un fonema vocálico, en este caso el fonema /i/. La otra es la uve doble (w), que sirve a veces para representar el fonema /u/, casi siempre precedido de /g/ –web, waterpolo–, pero esa es otra historia.
Volviendo a lo nuestro, ustedes podrán comprobar que en la palabra yegua, la letra i griega funciona como consonante, pero en voy lo hace como vocal. Eso sí, a efectos de acentuación gráfica siempre debe ser considerada una consonante; por eso la voz póney se escribe con tilde a pesar de que lo último que pronunciamos sea el fonema /i/, pues lo que tenemos ante nuestros ojos es una palabra llana acabada en una consonante que no es ni –nni -s.Por lo tanto, lleva tilde, como la llevan árbol, áspid y carácter. Por la misma razón, jersey se escribe sin tilde, igual que otras palabras agudas que no acaban en -n ni en -s, como Madrid, Manuel y matiz.
Antes de seguir adelante, vamos a explicar lo del nombre de esta extraña letrita. Como muchos de ustedes recordarán, cuando en 2010 la RAE publicó su nueva Ortografía de la lengua española (Espasa) se armó cierta barahúnda mediática –tal vez promovida por la propia Academia, que es muy presumida en su pompa–: la gente andaba alborotada porque le habían quitado la tilde al sustantivo guión y al adverbio sólo (esto último no es del todo cierto)… y porque había cambiado el nombre de la puñetera letra i griega. Anunciaban algunos –como si el mundo se fuera a venir abajo– que a partir de entonces era «obligado» llamarla ye, pero se equivocaban.
Para empezar, la Academia viene llamando ye a la i griega desde finales del siglo XIX, «por aplicación del patrón denominativo que siguen la mayoría de las consonantes», recuerda la RAE precisamente en su nueva Ortografía. ¿Qué quiere decir esto? Pues que si decimos pe, te, ge y de, ¿por qué no habríamos de decir ye, que es más corto y más claro que i griega? Bien, pero resulta que la propia Academia, en uno de sus desconcertantes giros, volvió a preferir la denominación larga a finales del siglo XX, aunque en buena parte de América ya se había consolidado, como era de esperar, el nombre ye.
¿Qué hizo la RAE en 2010? Muy sencillo: volvió a la cordura y recuperó su atinado criterio del siglo XIX. Así, en la Ortografía publicada hace tres años se puede leer lo siguiente: «… hoy se considera preferible proponer el nombre ye como el único recomendado para todo el ámbito hispánico, por ser más simple…». Pero también se lee esto otro: «Esta recomendación no implica interferencia en la libertad que tiene cada hablante o cada país de seguir aplicando a las letras los términos que venían usando, algunos de ellos (como la i griega) con larga tradición de siglos». En definitiva, la Academia viene a decir que la pueden llamar ustedes como les dé la gana.
Y ahora, volvamos a los jerséis de Pilar Rubio. Dice el Diccionario panhispánico de dudas, de la RAE, que los sustantivos y adjetivos terminados en y precedida de vocal forman tradicionalmente su plural con -es. Por eso el plural de rey es reyes y el de buey es bueyes. Pero aquí el Panhispánico está hablando de palabras que existen en nuestro idioma desde hace una eternidad (¿puede haber algo más antiguo que un rey?). Sin embargo, aquellas «que se han incorporado al uso más recientemente» hacen su plural con -s.
Ustedes me podrían decir ahora que jerseys es la palabra jersey más la letra s, que es lo que parece ordenar el Panhispánico… Pues volvamos a la Ortografía: allí nos recuerdan que el fonema /i/ se representa con la letra i griega (entre otros casos de los que hoy no toca hablar) cuando es átono y «va en posición final de palabra precedido de una o dos vocales con las que forma un diptongo o un triptongo». Por ejemplo, en la palabra jersey. Pero ¿qué ocurre cuando añadimos una s? Pues ocurre que el fonema /i/ ya no está en posición final, con lo cual nuestra ortografía, que es bastante coherente pero también tiene sus caprichos, desecha la i griega y vuelve a la i latina de toda la vida.
Y como la palabra resultante sigue siendo aguda, pero ahora acaba en -s, debe llevar tilde, como la llevan amarás, cortés y dieciséis. Conclusión: el plural de jersey es jerséis. No valen ni jerseys ni jerseises ni jerseyes. Y si alguno de ustedes está en algún país americano y escribe yérsey –lo cual es correcto–, entonces deberá usar el plural yerseis, esta vez sin tilde por ser palabra llana acabada en -s.
Con estas oportunas correcciones ortográficas, todo hay que decirlo, esos jerséis –o yerseis– le quedan divinamente a Pilar Rubio.
Ramón Alemán
