Una lectora que se define a sí misma como «adicta a ver las faltas de ortografía» me dio el otro día un tirón de orejas porque leyó el pronombre aquellos sin tilde en la página que Lavadora de textos tiene en Facebook. Con toda su buena intención, esta mujer me regañó amablemente, pues, según sus propias palabras, pensaba que en nuestra Lavadora «cuidaban esto» (o sea, la escritura sin faltas de ortografía). Lo cierto es que sí que cuidamos esto. Tanto lo cuidamos que, guiados por el sentido común y por las recomendaciones ortográficas de los gramáticos, escribimos sin tilde los pronombres este, ese y aquel y también sus femeninos y sus plurales. Hay que tener cuidado con las adicciones –aunque sean figuradas–, porque el síndrome de abstinencia puede llevar a más de uno a buscar la dosis en el sitio equivocado. Sigue leyendo
