Hay palabras que resultan tremendamente simples y que no tienen ningún misterio: mesa es un sustantivo femenino, significa lo que todos sabemos que significa (aunque en realidad tiene muchas acepciones) y su plural se forma añadiendo una -s. Otras, por el contrario, me parecen fascinantes por la cantidad de secretos que esconden. Una de ellas es cualquiera. ¿Ustedes podrían definirla sin tener que recurrir a un diccionario? Tarea difícil… A esto se suman otras singularidades: se trata de un adjetivo –y pronombre– que ha dado lugar a un sustantivo, su plural es curiosísimo, puede disminuir de tamaño gracias a la magia de la apócope y a veces, sin darnos cuenta, la empleamos mal por influencia del inglés. ¿Les parece poco encanto? Sigue leyendo

