Soneto lingüístico número 61
El prefijo es un fiel acompañante
que engorda y modifica una palabra:
lo añades a una voz y, ¡abracadabra!,
le cambia la sustancia en un instante. Sigue leyendo
El prefijo es un fiel acompañante
que engorda y modifica una palabra:
lo añades a una voz y, ¡abracadabra!,
le cambia la sustancia en un instante. Sigue leyendo
Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, y gracias a ellas encontré esta semana –por casualidad, como hacen los científicos– la respuesta a una duda que alguien me había planteado hace poco acerca de la doble vocal en palabras como portaaviones. Resulta que estoy corrigiendo un libro sobre médicos famosos, y en ese libro me tropecé con el término anti-insulina, al que quité el guion para obedecer a la Real Academia Española, que hace algo más de un año ordenó que los prefijos deben ir soldados a su base. Pero esta corrección vino acompañada de un problema: ¿qué hago con las dos íes de antiinsulina? ¿Quito una? Sigue leyendo