Ya he mostrado con anterioridad mi fascinación por algunos humoristas que usan la lengua como arma eficacísima para lograr su objetivo, que no es otro que hacernos la vida un poco más llevadera. Desde el dibujante Forges hasta los muchachos del programa televisivo La hora chanante, pasando por Les Luthiers y el dúo Faemino y Cansado, no hay cómico que se precie que no haya inventado alguna palabra o expresión para convertir en carcajadas una absurdidad léxica o una voltereta sintáctica. A Dani Mateo lo descubrí cuando participaba en aquella locura de un canal de televisión español llamada Sé lo que hicisteis, pero, finiquitado el programa, este catalán sigue alegrando mis tardes desde YouTube. Hoy, ante mi incapacidad para reanudar la jornada laboral tras el almuerzo, me lancé a Internet en busca de sus monólogos y me tropecé con una maravillosa expresión que jamás había escuchado: de empiece. Sigue leyendo
