Soneto lingüístico número 47
Por más que España fuera la decana
que a nuestro idioma dio la procedencia,
otros pueblos agrandan con querencia
la más extensa lengua americana.
El alma azteca y maya y araucana
perdió por arcabuz su independencia
y su ley y sus dioses y su ciencia
y adoptó sin quererlo voz hispana.
La sangre de los indios se fundía
con sangre de español y de africano,
y así se amorosó1 la vieja lengua.
El nuestro es hoy idioma que no mengua
y es muy justo llamarlo americano,
aunque español nació un lejano día.
Ramón Alemán