Soneto lingüístico número 15
Un cliente moroso que no es plebe
se ofende falsamente, como un amo,
porque en la plaza pública reclamo
que pague de una vez lo que me debe.
Burgués de sueldo al mes siempre asentado,
se pasa nuestro trueque por el forro,
me pide ser paciente –¡vaya morro!–
y deja mi presente hipotecado.
Perdone, buen señor, si le molesto,
ya lo intenté diciendo «abracadabra»
y no llené nevera con el gesto.
Me dijo usted que estoy como una cabra
por textos corregir y vivir de esto:
loco seré, mas loco con palabra.
Ramón Alemán
