Errar es humano, afortunadamente

Sí, errar es humano. Por eso a veces no entran los penaltis, por eso la gente pide perdón y por eso los libros –todos los libros– tienen erratas. Ese «afortunadamente» viene a cuento por varias razones. La primera es la torpe y divertida naturaleza de lo humano: si no falláramos nunca, seríamos dioses o máquinas –un aburrimiento– y no existirían palabras como mejorar, arreglar, enmendar, corregir, parchear, estropear o limpiar. Y tampoco lavar (‘purificar, quitar un defecto, mancha o descrédito’, según la Real Academia Española).

Nuestra imperfección nos hace seres sociales, y esa es la segunda razón de este «afortunadamente». Si queremos acercarnos un poco a la perfección no hay nada mejor que sumar pequeños intentos de perfección. Por eso la gente pide ayuda a otra gente y por eso existen palabras como asesorar, aconsejar o colaborar. Y eso, además, es lo que lleva a quienes escriben a poner sus textos en manos de correctores profesionales para que laven las manchas que la humana imperfección les impidió ver cuando los escribieron.

La corrección de textos es un oficio tan antiguo como desconocido para muchos, y constituye un paso imprescindible en todo proceso editorial de calidad. Y ese es el tercer motivo por el que, a mi modo de ver, es una suerte que exista la imperfección: en caso contrario no sería necesario este trabajo y yo habría tenido que dedicar a otros asuntos la milimétrica obsesión de lavador de textos con la que me gano el pan. Seguramente no me lo pasaría tan bien.

Hay una cuarta razón: decía al principio que todos los libros tienen erratas, incluso los que han pasado por las manos de uno o varios correctores antes de llegar a la imprenta. Pues bien, ese error casi invisible que le quita el sueño al corrector por no haberlo detectado a tiempo es en realidad un oportuno y bienvenido recordatorio para todos los apasionados de la lengua que nos dedicamos a este oficio de maniáticos: la perfección no existe, pero la inevitable imperfección nos debe doler.

Ramón Alemán